Bosque. Convocatoria de artículos, PERIPHERIE, número 180 (se publicará en invierno de 2025)

Como consecuencia del agravamiento de la crisis ecológica, las diversas relaciones de nuestras sociedades con su entorno supuestamente “natural” se ven cada vez más puestas a prueba y exigen una reorientación en nuestra relación con los seres vivos no-humanos y los hábitats que compartimos. En este número especial, nos centraremos en uno de estos hábitats, el bosque. Aunque el bosque usualmente suele recibir una atención periférica dentro de las ciencias sociales, puede considerarse un espacio social en donde se cristalizan y condensan las múltiples dimensiones de la crisis social, política, económica y ecológica contemporánea. Por ejemplo, incluso el colonialismo europeo ya se inscribió en los bosques en el pasado: el abeto y la picea de la Selva Negra de Alemania, en particular, se utilizaron para construir la flota mercantil holandesa, y la silvicultura alemana se exportó como ciencia colonial para cultivar árboles como materia prima valiosa en sus “zonas protegidas” africanas. E incluso el omnipresente concepto de “desarrollo sostenible” tiene su origen en la silvicultura.

A más tardar desde los años 80, los bosques del Sur y del Norte Global han estado en el centro de la creciente crisis climática ocupando a menudo un papel central en las disputas sociales y políticas (por ejemplo, la “muerte de los bosques” en Europa Central o la deforestación del Amazonas). Estas disputas siguen formando parte de los actuales conflictos de transformación socio-ecológica, que en su mayoría giran en torno a la cuestión de la preservación, el uso social o la apropiación de los bosques. Por ejemplo, voces de la ciencia (natural) sostienen que la preservación y la reforestación de los bosques es un instrumento clave para frenar el calentamiento global. Además, innumerables protestas y movimientos sociales de todo el mundo se movilizan de diversas formas para proteger los bosques. Decidir si los bosques deben conservarse o talarse, reforestarse o mantenerse, refleja diferentes concepciones (de la naturaleza), relaciones sociales de poder y disputas políticas. La ensayista estadounidense Rebecca Solnit escribe: “Si los árboles deben talarse o preservarse o mantenerse se decide en batallas políticas”.

Estas batallas políticas, que este número especial quiere explorar, pueden adoptar diversas formas: las disputas en torno a los certificados de emisión basados en el mercado para medidas de protección de los bosques en el Sur Global (REDD+), la resistencia contra las industrias forestales (neo)extractivistas (por ejemplo, las plantaciones de eucalipto o pino en Chile o Portugal), las protestas contra la deforestación como resistencia a la violencia policial racista (por ejemplo, la oposición a la tala de una sección de bosque a las afueras de Atlanta, en Estados Unidos, para la construcción del centro de formación policial Cop City) o las ocupaciones de bosques como forma de resistencia a la expansión de infraestructuras de combustibles fósiles (desde las protestas en Fráncfort del Meno contra la ampliación del aeropuerto en la década de 1980 hasta las ocupaciones de bosques más recientes contra la continuación o incluso la ampliación de la minería de lignito o grava y la expansión de autopistas).

Los conflictos entre grupos indígenas y poblaciones mayoritarias nacionales también se desenvuelven a menudo en la sombra de los bosques. Las reivindicaciones de derechos colectivos de acceso y uso, la importancia de los bosques como hábitats y la atribución generalizada de pertenencia a ellos plantean grandes retos a la población local y a las instituciones nacionales e internacionales, especialmente en los países del Sur Global.

Además de estas líneas de conflicto, el bosque permite observar otras constelaciones de las crisis actuales. En el curso de los regímenes fronterizos militarizados (especialmente en Europa y EE.UU.), las rutas de huida y migración se desplazan cada vez más hacia zonas periféricas, en su mayoría muy boscosas (por ejemplo, en la región fronteriza entre Croacia y Bosnia y Herzegovina, en la llamada ruta de los Balcanes hacia Europa Occidental en Serbia o en la selva del Darién entre Colombia y Panamá, principal ruta migratoria de Sudamérica a Norteamérica). Esta reubicación expone cada vez más a los migrantes y refugiados a peligros para su vida y su integridad física debido a las condiciones climáticas y a amenazas adicionales de las fuerzas de seguridad en zonas extralegales.

Además, están surgiendo nuevas líneas de conflicto entre los migrantes y y las comunidades ya residentes, especialmente los grupos indígenas, cuya relación con el bosque ya se ha ha visto precarizada por la intervención estatal (por ejemplo, en Chittagong Hill Tracts, Bangladesh). Por otro lado, desde la primavera de 2020, la pandemia de coronavirus también puede entenderse en relación con los bosques: por un lado, el coronavirus, como zoonosis, puede relacionarse directamente a la intrusión humana en las zonas forestales. Por otro, los bosques y otras zonas recreativas se convirtieron en lugares clave para la interacción humana y la atención del ser humano hacia el entorno no‑humano, mientras que los espacios de encuentro urbanos convencionales permanecían casi completamente desiertos. Los árboles, al parecer, remplazaban a los pasajes del flâneur urbano.

Por último, tras la invasión rusa de Ucrania y la subsiguiente crisis de los precios energéticos, el bosque y la madera como materia prima adquirieron cada vez más relevancia como fuente alternativa de energía, haciendo que el precio de la leña y de los terrenos forestales, entre otros, se disparara.

Todos estos contextos nos invitan a entender el bosque no sólo como un espacio ecológico y, desde luego, no «natural», sino también como un espacio social, regulado y político dentro de las dinámicas de las crisis actuales. En este sentido, la presente convocatoria invita a abordar el tema de los bosques y las complejas relaciones humano-bosque desde una perspectiva de las ciencias sociales, a través de diferentes enfoques disciplinarios, teóricos y metodológicos, así como estudios de caso empíricos. La atención se centra no sólo en el significado ecológico, epistémico o cosmológico de los bosques, sino también en su papel simbólico y político en el contexto de la crisis climática, la explotación de los recursos, la economía, la migración y la justicia medioambiental, así como en las múltiples prácticas sociales en y con el bosque (trabajo de cuidados, ocio, etc.).

Nos gustaría recibir contribuciones sobre los siguientes temas

  • Movimientos sociales, protestas y ocupaciones forestales para la preservación de los bosques o contra el extractivismo en el Norte y en el Sur Global, así como la relación entre los bosques y la justicia climática (discursos en torno a la importancia de los bosques en la crisis climática global y cuestiones de responsabilidad ecológica, así como conceptos alternativos de uso forestal).
  • Ecología política de los bosques y bosques políticos: análisis de las relaciones de poder y conflictos políticos en torno al uso de los bosques, la deforestación y el acceso a los recursos, así como conflictos políticos nacionales e internacionales sobre políticas forestales y climáticas.
  • Perspectivas indígenas, decoloniales y feministas sobre los bosques, su uso, el extractivismo y el acaparamiento de tierras (por ejemplo, perspectivas sobre el trabajo de cuidados, el concepto de cuerpo-territorio, etc.).
  • Debates empíricos y teóricos que exploran y amplían las relaciones entre entornos humanos/no‑humanos a partir del estudio del bosque (teoría del actor-red, posthumanismo, ontología orientada al objeto, etc.).
  • Dimensiones jurídicas y éticas: derechos de la naturaleza e implicaciones jurídicas de la desobediencia civil y el activismo medioambiental.
  • Comunitarización y bosques: las interacciones entre desarrollo urbano, periferia y zonas forestales, así como el papel de los bosques en formas sostenibles de comunitarización, estilos de vida alternativos y desarrollo.

La fecha límite para la redacción de artículos es
15.05.2025.

Se ruega enviar manuscritos, consultas sobre posibles contribuciones y preguntas adicionales a info@zeitschrift-peripherie.de. Puede descargarse más información para los autores en nuestra página web: https://www.zeitschrift-peripherie.de.